Bovaer: Estupidez bovina

Introducción

A finales del año pasado, Arla Foods inició una prueba de Bovaer en 30 granjas de todo el país. En aquel momento, según BBC Very Iffy, afirmaron que el aditivo podía reducir las emisiones de metano de las vacas entre un 30 % y un 45 %. La noticia de la prueba provocó consternación en algunos sectores y llevó incluso al boicot de algunos productos de Arla. El fabricante de Bovaer, DSM-Firmenich, dijo que estas personas habían sido víctimas de falsedades y desinformación, y que el producto era “totalmente seguro” de usar.

Mientras tanto, Bovaer fue impuesto de forma obligatoria en Dinamarca a principios de octubre de este año, y ha habido numerosos informes de que el aditivo está dañando al ganado, lo que ha motivado una investigación por parte del gobierno danés. Por pura coincidencia, Arla anunció a principios de noviembre que había detenido la prueba británica y estaba evaluando los resultados.

¿Cómo hemos llegado a esta situación de estupidez bovina endémica? Veámoslo.

Cero emisiones netas

En el fondo, toda esta controversia es una historia sobre el “Net Zero”. Los alarmistas climáticos están preocupados porque las concentraciones de metano en la atmósfera, medidas en partes por mil millones, están teniendo un efecto devastador en el clima. Esto llevó a organizaciones como UK FIRES a pedir que el consumo de carne de vacuno y cordero se redujera en un 50 % para 2030 y se eliminara por completo para 2050 (véase la Figura 1).

Figura 1 – UK FIRES Absolute Zero: eliminación de carne de vacuno y cordero para 2050

En su Séptimo Presupuesto de Carbono, el Comité de Cambio Climático (CCC) fue menos drástico y pidió una reducción del 25 % en el consumo total de carne para 2040 y del 35 % para 2050 respecto a los niveles de 2019. Dentro de este objetivo, prevén una reducción más pronunciada del 40 % en la carne roja para 2050. El CB7 también propone una reducción del 27 % en el número de bovinos y ovinos para 2040 y del 38 % para 2050. Piden estas reducciones aun reconociendo que las emisiones de metano “ya son un 62 % inferiores a las de 1990”.

Ciclo del carbono

La narrativa alarmista se basa en un malentendido del ciclo del carbono. Las vacas y otros rumiantes han recorrido la Tierra durante miles de años. Por ejemplo, en el siglo XVIII había unos 60 millones de bisontes en Norteamérica, en comparación con unos 87 millones de reses en Estados Unidos a comienzos de 2024. Y, sin embargo, estos bisontes no provocaron un calentamiento global descontrolado.

La razón es el ciclo de carbono del pastoreo bovino (véase la Figura 2).

Figura 2 – Ciclo del dióxido de carbono y metano en el pastoreo de ganado

Las vacas comen hierba y el metano liberado mediante eructos y estiércol en descomposición pasa a la atmósfera. El metano se oxida rápidamente a CO₂, que luego es reabsorbido por la hierba mediante fotosíntesis. La hierba crece y almacena el carbono en sus hojas y raíces. Las vacas vuelven a comer la hierba y el ciclo empieza de nuevo.

Aunque se emite metano durante el ciclo, posteriormente se reabsorbe, por lo que el efecto neto sobre el clima es insignificante.

Impacto del metano en la atmósfera

Además, la preocupación por el metano en la atmósfera está exagerada (véase la Figura 3).

Figura 3 – Frecuencias de absorción del metano

Como puede observarse, las frecuencias de absorción del metano están casi completamente cubiertas por las del vapor de agua. La concentración media de vapor de agua en la atmósfera es de alrededor del 0,25 %, es decir, unos 2.500 ppm. En cambio, la concentración de metano ronda las 1.900 ppb, más de tres órdenes de magnitud por debajo del vapor de agua. La idea de que un cambio en la concentración de metano pueda influir en el clima cuando sus bandas de absorción ya están saturadas por el vapor de agua es absurda.

Un lector aportó en los comentarios un artículo interesante sobre el impacto relativamente pequeño del metano en el efecto invernadero. Lo encontré muy útil.

Impacto de Bovaer en las vacas

Ahora pasemos al impacto de Bovaer en el ganado. En 2024, el Centro Danés para la Alimentación y la Agricultura publicó un estudio sobre el impacto de Bovaer en las emisiones de metano y en la productividad láctea. El documento puede descargarse aquí.

El informe recoge cinco experimentos en rebaños daneses. La presentación de los resultados no es del todo coherente: algunos se centran solo en la reducción del metano y otros incluyen el impacto en la producción de leche corregida por energía (ECM) (véase la Figura 4).

Figura 4 – Impacto de Bovaer en las emisiones de metano y la producción de leche corregida por energía

Los dos experimentos de Johnson mostraron reducciones del metano de alrededor de un tercio, con reducciones correspondientes de ECM de similar magnitud. El experimento de Kjeldsen redujo las emisiones de metano casi en una cuarta parte, pero no mencionó el impacto en la producción de leche. El primer estudio de Maigaard mostró una reducción del 18-23 % en las emisiones de metano y registró simplemente un impacto negativo no cuantificado en la producción de leche. El segundo estudio de Maigaard mostró una reducción de entre el 31 % y el 34 % en las emisiones de metano y una disminución de entre el 0 % y el 5 % en ECM, según la dosis de Bovaer. Es significativo que ninguno de los experimentos se acercara al máximo del 45 % de reducción de metano que afirma DSM-Firmenich.

Otro metaanálisis, de Pupo et al., concluyó que el 3-nitroxipropanol (3-NOP), el ingrediente activo de Bovaer, redujo las emisiones de metano en un 27,9 %, pero una explotación lechera con 1.000 vacas tendría que recibir una compensación anual de 128.320 dólares para cubrir el coste del aditivo y la pérdida de rendimiento lácteo.

Solo podemos preguntarnos por la estupidez bovina que supone imponer un aditivo que reduce la producción de leche casi tanto como las emisiones. Para obtener el mismo volumen de leche, necesitaríamos más vacas y las emisiones totales serían casi las mismas, aunque con un coste mucho mayor.

Hoja de Datos de Seguridad de Bovaer

La Hoja de Datos de Seguridad (SDS) de Bovaer, que puede descargarse aquí, suscita nuevas preocupaciones.

La SDS muestra que Bovaer provoca daños oculares graves, irritación cutánea y se sospecha que afecta a la fertilidad. Si el producto entra en contacto con los ojos, se recomienda llamar inmediatamente a un centro de toxicología y enjuagar con agua durante varios minutos.

Esto pone en duda la afirmación de DSM-Firmenich de que Bovaer es “totalmente seguro” de usar.

La experiencia danesa

El Farmers Guardian ha informado de problemas de salud en vacas danesas alimentadas con Bovaer. El gobierno danés hizo obligatoria la alimentación con Bovaer en rebaños de más de 50 vacas a partir del 1 de octubre de 2025. En estas granjas, Bovaer debe añadirse a la ración durante al menos 80 días al año. Los ganaderos han indicado que sus vacas han sufrido fiebre y diarrea, que la fertilidad se ha visto afectada y que en algunos casos las vacas han colapsado y muerto. Quizá pronto se confirme como hecho la sospecha de problemas de fertilidad mencionada en la SDS.

Un ganadero describió Bovaer como un veneno, señalando un aumento de la dermatitis digital y un recuento somático más elevado. Un recuento somático más alto indica menor calidad de la leche y sugiere infecciones de la ubre. Cuando dejó de añadir Bovaer al pienso, la salud de las vacas mejoró notablemente y el recuento somático cayó un 20 % dos días después.

El ganadero danés Kent Nielsen publicó un vídeo en X quejándose de que desde que empezó a dar Bovaer a sus vacas el 1 de octubre, estas habían sufrido diarrea, parálisis intestinal y fiebre de la leche. También informó de una pérdida de 3 kg de leche por vaca. Desde entonces, ha dejado de administrar Bovaer tras consultar a un veterinario.

El quinto ganadero, Kent Davidsen, de Dinamarca, ha dado un paso al frente y denuncia la enfermedad y la muerte de vacas debido al uso del veneno Bovaer. Insta a otros ganaderos a dejar de usar Bovaer, y su veterinario está de acuerdo.

Por favor, compartan esto y ayúdennos a detener esta locura.🐄🇩🇰

Kent Nielsen 11/8 25 pic.twitter.com/bJEqODurML

— Kent Nielsen Denmark (@Kentfrihedniels) November 8, 2025

El perfil del señor Nielsen en X también recoge numerosos casos de lo que él denomina “veneno Bovaer” en otras granjas, incluyendo la muerte de terneros.

¿Quién podría haber imaginado que manipular los procesos digestivos del ganado afectaría a su salud?

Conclusiones

Los alarmistas climáticos no han ocultado su deseo de reducir el consumo de carne y sacrificar nuestros rebaños. Creen erróneamente que las emisiones de metano de las vacas están dañando el clima, sin tener en cuenta el ciclo completo del carbono de los rumiantes.

La carrera desenfrenada hacia el Net Zero ha provocado un brote de estupidez bovina en nuestras clases dirigentes. Han ideado Bovaer como una solución peligrosa que reduce tanto la producción láctea como las emisiones, para resolver un problema inexistente de flatulencias bovinas. No sorprende que alterar los procesos digestivos de las vacas perjudique su salud. Algunos dicen que el propósito de un sistema es lo que este hace, así que quizá vean en la imposición de Bovaer una forma fácil de reducir el número de vacas en las granjas. En efecto, debemos sacrificar a las vacas para apaciguar a los dioses del clima.

Solo podemos esperar que Arla haga lo correcto y decida no extender el ensayo de Bovaer al resto del sector ganadero.