Carta abierta a Bill Gates por Franco Battaglia
Franco Battaglia escribió una carta abierta a Bill Gates en respuesta a la nota de Gates «Three solid truths about climate». En ella, Battaglia cuestiona las opiniones de Gates sobre el cambio climático y la política energética, ofreciendo una perspectiva contraria sobre el papel de la energía en la prosperidad humana.
4 de noviembre de 2025
Estimado señor Gates,
Después de leer atentamente su carta – «Three solid truths about climate: Here’s what I wish everyone at COP30 to know» – que, al parecer, ha recibido una amplia atención en todo el mundo, decidí escribirle esta. Mi decisión surge de una razón muy concreta: sus palabras, tan importantes que las citaré en el original: «Desde el punto de vista de mejorar la vida de las personas, utilizar más energía es algo bueno».
Debe saber que escribí casi exactamente esas mismas palabras hace 25 años (y varias veces después). En aquel entonces, al comentar sobre quienes – como usted – llevaban décadas defendiendo que una política energética sólida debía basarse en la eficiencia y el ahorro de energía, señalé humildemente que, si bien perseguir la eficiencia energética es un compromiso excelente, perseguir el ahorro de energía es una necedad. Por dos razones. Primero, porque ahorrar energía contradice la eficiencia energética: cuanto más eficientes somos en el acceso a un recurso, más tendemos a usarlo – y eso también es cierto para la energía. No entraré aquí en más detalles; le dejo que lo piense. La segunda razón es precisamente la expresada en sus palabras, que desde hace 25 años escribo así: «Cuanta más energía usamos, mejor es nuestro bienestar». En otras palabras, quienes nos dicen que debemos ahorrar energía en realidad nos están pidiendo que vivamos peor. Los más necios de ellos solían decir: «La primera fuente de energía es el ahorro».
Acaba de cumplir 70 años hace unos días, y yo tengo 71 – así que somos casi de la misma edad, salvo que usted acaba de darse cuenta de cosas que yo ya decía hace 25 años. Naturalmente, no le escribo para presumir de haber llegado antes que usted. No. Le escribo porque, al leer el resto de su carta, veo que aún no ha entendido mucho. Y como vivimos en un mundo que sigue confundiendo el tener con el ser, yo – un don nadie – puedo ser ignorado fácilmente, mientras que usted es lo bastante importante como para que lo escuchen. Pero el mundo no puede esperar otros 70 años a que comprenda lo demás que se ha perdido. Asi que, si tiene la paciencia de seguir leyendo, le señalaré algunas de las tonterías que escribió (no todas – no habría espacio suficiente).
Es cierto que escribió: «Es incorrecto creer que en unas pocas décadas un cambio climático catastrófico acabará con la civilización, y que nada importa más que limitar el aumento de la temperatura». Pero también es cierto que, en la misma carta, básicamente dijo lo contrario. Permítame citarlo.
- «El cambio climático es grave. Debemos seguir respaldando los avances que ayudarán al mundo a alcanzar cero emisiones». No, señor Gates. El cambio climático no es más grave que la alternancia del día y la noche, y no hay nada que podamos hacer para detenerlo. En cualquier caso, alcanzar cero emisiones no tendrá ningún impacto en el cambio climático. Cuando dice que «la innovación nos permitirá reducir mucho más las emisiones», no le da a la innovación el mérito que merece, pues no hay virtud alguna en reducir las emisiones de CO₂.
- «El cambio climático afectará más a los pobres que a nadie más». Está mal formulado. El cambio climático – que, en cualquier caso, es inevitable – podría igualmente traer mejoras. Probablemente confunde el cambio climático con fenómenos meteorológicos desagradables, y sí, los pobres sufren más. Pero esto vale para cualquier acontecimiento desagradable – guerras, enfermedades, terremotos – porque los pobres tienen menos medios para afrontarlos. Sin embargo, los fenómenos meteorológicos extremos no tienen nada que ver con las emisiones de CO₂, y perseguir la reducción de emisiones – o, peor aún, el cero neto – es un ejercicio inútil que desvía recursos de las verdaderas emergencias. Podría enumerar cientos de ejemplos no relacionados con el CO₂, pero aquí tiene uno de consecuencias mundiales: en 1877, un cambio climático global provocado por un fuerte El Niño causó devastadoras sequías en Brasil, Asia y África, matando a más de 20 millones de personas por hambruna.
- «Cada décima de grado de calentamiento que evitemos es enormemente beneficiosa porque un clima estable facilita mejorar la vida de las personas». Seguramente, señor Gates, no puede creer en semejante cuádruple tontería. Primero, las décimas de grado no tienen relevancia para la estabilidad climática. Segundo, ¿por qué las vidas mejorarían al evitar décimas de grado de calentamiento y no al evitar décimas de grado de enfriamiento? Tercero, ¿cómo podría una diferencia de décimas de grado hacer el clima “más estable”? Y cuarto, ¿qué significa siquiera “estable”? Para el planeta, una serie de días soleados no es más “estable” que una serie de tormentas. “Buen” y “mal” tiempo son solo etiquetas humanas para dinámicas planetarias que no se preocupan por nosotros.
- «Llámeme hipócrita por mi propia huella de carbono (que compenso completamente con créditos de carbono legítimos), pero quiero dejar claro que el cambio climático es un problema muy importante que debe resolverse». Aquí se siente culpable por su alto nivel de vida – pero no debería. Es rico, y es perfectamente natural usar su riqueza para maximizar su bienestar. Su comodidad no significa que alguien más deba sufrir; y su sufrimiento no hará que nadie esté mejor. ¡Qué ideas tan extrañas alberga! Sin embargo, sí hay algo de hipocresía en pensar que puede redimirse comprando créditos de carbono. Seamos claros: no necesita redimirse de nada – solo cree que sí. Y, aun así, pagar por créditos de carbono no alivia el sufrimiento de nadie ni mejora el clima. Ese dinero va a los bolsillos de quienes venden “soluciones” a un problema que no existe – y que, en todo caso, no son soluciones. Ninguna persona pobre se beneficia de sus créditos de carbono.
- «En resumen, el cambio climático, las enfermedades y la pobreza son todos grandes problemas». De nuevo, no. Mezclar dos verdades con una falsedad para que esta parezca cierta es infantil. El cambio climático no es un problema – es un hecho inevitable del planeta, como los terremotos. La diferencia es que los terremotos son malos para nosotros, mientras que el cambio climático puede incluso ser beneficioso. Si por “cambio climático” se refiere a “fenómenos meteorológicos desagradables”, entonces sí – debemos protegernos de ellos, como lo hacemos de los terremotos. Pero intentar modificar la temperatura global en unas décimas de grado no cambiará esos fenómenos, y reducir el CO₂ no cambiará la temperatura. Pongámoslo así: si la humanidad desapareciera de la Tierra mañana, ¿de verdad cree que dejarían de existir tifones, huracanes, sequías o inundaciones?
- «Hace diez años, la Agencia Internacional de Energía predijo que para 2040 el mundo emitiría 50 mil millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Ahora, la previsión de la AIE ha bajado a 30 mil millones». Léalo de nuevo: hemos reducido las emisiones proyectadas en más del 40% Señor Gates, ¿se da cuenta de lo que está celebrando? ¡Está celebrando que las proyecciones han mejorado! O es ingenuo, o no sé qué pensar. No es la proyección, sino la dura realidad que, a pesar de todas las promesas de reducir emisiones, estas en realidad han aumentado – y hoy son un 60 % más altas que en 1990. Yo sí celebro esa realidad – pero no tengo idea de qué exactamente está celebrando usted.
- «Alcanzar el cero neto será aún más importante si nuevas evidencias muestran que el cambio climático será mucho peor de lo que predicen los modelos actuales, porque necesitaremos acelerar la transición hacia una economía sin emisiones». Ay, Bill – por fin dice la verdad en voz alta. Esto es exactamente lo que muchos de nosotros sospechamos desde hace 30 años: que el verdadero objetivo de toda esta narrativa es imponer la “transición energética”, usando el cambio climático como excusa. Cuanto peor suene el clima, más fácil resulta vender la transición.
En el resto de su carta, se entrega de lleno a los deseos – habla de plantas de fusión nuclear, acero y cemento de cero emisiones, hidrógeno geológico, captura y almacenamiento de carbono – todo supuestamente de bajo costo. Pero nada de eso existe, ni siquiera a alto costo.
Parece sincero, porque reconoce que la prosperidad reduce el riesgo de morir. Pero lo formula mal. Dice: «El número de muertes proyectadas por el cambio climático disminuye en más de un 50% cuando se tiene en cuenta el crecimiento económico esperado de los países de bajos ingresos». No – el crecimiento económico reduce el número de muertes proyectadas. Punto. Es impropio especificar “por cambio climático”.
Finalmente, volvemos al punto de partida: la prosperidad proviene de una energía abundante, confiable y asequible – exactamente lo contrario de lo que promete su transición energética.
Sin embargo, aprecié el mensaje final de su carta a la COP30: «Priorice las cosas que tienen el mayor impacto en el bienestar humano. Es la mejor manera de garantizar que todos tengan la oportunidad de vivir una vida sana y productiva, sin importar en qué tipo de clima hayan nacido». Exactamente: dejemos de hablar del clima.
Atentamente,
Franco Battaglia

Franco Battaglia
Franco Battaglia es profesor de Química Física y es firmante del World Climate Declaration “There is no climate emergency”. Su carta abierta fue publicada previamente en La Verita.
Traducido por Tom van Leeuwen
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