La burbuja estatal del vehículo eléctrico estalla: Ford pierde 20.000 millones
Jo Nova analiza la burbuja del vehículo eléctrico —o lo poco que queda de ella— que estalló esta semana.
Después de que los fabricantes de automóviles invirtieran miles de millones en el diseño de vehículos eléctricos y de que la UE y el Reino Unido prometieran prohibir los motores de combustión interna, todo se vino abajo. Donald Trump retiró las subvenciones a los vehículos eléctricos y suavizó las estrictas normas de emisiones que penalizaban a los coches de gasolina y diésel. Las ventas de coches eléctricos en Estados Unidos cayeron de inmediato un 40 % en noviembre. Las de Ford se desplomaron casi un 60 %.
Como respuesta, Ford ha cancelado varios modelos eléctricos y tendrá que tragarse la amarga píldora de una depreciación de 19.500 millones de dólares. Eso supone muchos coches que habrá que vender para recuperar ese dinero. Desaparecen la F-150 totalmente eléctrica, la próxima generación de camionetas eléctricas y cualquier plan para fabricar furgonetas comerciales eléctricas. En su lugar, Ford afirma que se centrará en modelos de gasolina e híbridos.
General Motors despidió a 3.300 trabajadores en plantas de vehículos eléctricos en Estados Unidos.
Al otro lado del Pacífico, las acciones de los fabricantes coreanos de baterías se desplomaron esta semana tras conocerse la noticia.
Al día siguiente del anuncio de Ford, la Comisión Europea informó de que daría marcha atrás en la prohibición total de los motores de combustión interna prevista para 2035. En teoría, solo se reduce la prohibición del 100 % al 90 %. Pero la ideología se ha resquebrajado, en gran medida debido al clamor de los fabricantes europeos, que no estaban vendiendo suficientes vehículos eléctricos para que el plan fuera viable.
Ya hay voces que piden eliminar también la norma del 90 %. De mantenerse, significará que solo los más ricos podrán permitirse los pocos coches nuevos de gasolina y diésel que queden a la venta. Presumiblemente, las masas seguirán conduciendo sus coches viejos.
Ford aprende una lección brutal sobre los vehículos eléctricos
El fabricante asume una depreciación de 19.500 millones de dólares en su negocio de vehículos eléctricos.
The Wall Street Journal
No hace mucho, los fabricantes de automóviles promocionaban los coches eléctricos como el futuro. Ahora están pisando el freno con fuerza, después de que la realidad del mercado los haya golpeado como un camión de gran tonelaje. Basta ver el sorprendente anuncio de Ford Motor del lunes, en el que informó de que asumirá un cargo de 19.500 millones de dólares por su negocio de vehículos eléctricos.
«En lugar de invertir miles de millones en un futuro sabiendo que estos grandes vehículos eléctricos nunca serán rentables, estamos cambiando de rumbo», afirmó el consejero delegado de Ford, Jim Farley, al explicar el plan de la empresa para reforzar su gama de coches de gasolina e híbridos. Ford también cancelará la camioneta F-150 Lightning totalmente eléctrica, hasta ahora favorita de la prensa entusiasta del vehículo eléctrico.
Desde 2023, Ford ha perdido 13.000 millones de dólares en su negocio de vehículos eléctricos, y se esperan pérdidas aún mayores en los próximos años. El año pasado, Ford perdió unos 50.000 dólares por cada vehículo eléctrico vendido. La realidad es que el modelo de negocio de los vehículos eléctricos siempre ha dependido en gran medida de subvenciones y mandatos gubernamentales. Ahora que esta combinación de favoritismo y coerción estatal está desapareciendo en gran parte, muchos fabricantes tienen muchos menos incentivos para producir vehículos eléctricos.
La misma semana en que el CSIRO decidió que un 90 % de energías renovables era suficiente, la UE hizo algo similar:
La UE abandona la prohibición de los motores de combustión en 2035 mientras el giro global hacia el vehículo eléctrico se reinicia
Por Philip Blenkinsop, Reuters
Estrasburgo, 16 de diciembre (Reuters) – La Comisión Europea presentó el martes un plan para retirar la prohibición efectiva de los nuevos coches con motor de combustión a partir de 2035, tras la presión del sector automovilístico, lo que supone el mayor retroceso del bloque en sus políticas verdes en los últimos años.
Dominic Phinn, responsable de transporte del grupo sin ánimo de lucro Climate Group, replicó que las medidas eran una «victoria trágica» de la industria tradicional frente a los vehículos eléctricos. «El debilitamiento de la eliminación de los motores de gasolina y diésel va en contra de las principales empresas europeas, que están invirtiendo miles de millones en flotas eléctricas y necesitan desesperadamente la estabilidad que ello proporciona», afirmó.
Según la propuesta presentada el martes, los objetivos de la UE pasarían a ser una reducción del 90 % de las emisiones de CO₂ respecto a los niveles de 2021, en lugar de las normas actuales que exigen cero emisiones para todos los coches y furgonetas nuevos a partir de 2035.
La lección, una vez más, es que al intentar abaratar artificialmente los vehículos eléctricos, el gran gobierno ha encarecido todos los coches. Ford y el resto de fabricantes tendrán que compensar esas pérdidas de alguna manera. Y al tratar de reducir las emisiones, los burócratas casi con toda seguridad las han aumentado. Al negar a los más pobres la posibilidad de comprar un coche nuevo, se los ha condenado a seguir conduciendo vehículos más antiguos y con mayores emisiones. No es que las emisiones importen realmente: la cuestión es que, sea lo que sea lo que los supuestos genios de la varita mágica pretendían conseguir, el libre mercado lo habría hecho mejor.
Este artículo fue publicado originalmente en joannenova.com.au.
(Traducido al español para Clintel Foundation por Tom van Leeuwen.)

Jo Nova
Jo Nova es divulgadora científica, escritora, conferenciante y ex presentadora de televisión; autora de The Skeptic’s Handbook.
more news
Europe’s ‘Green’ Emperor Is Naked and Cold
Europe stands as the self-proclaimed cathedral of the “green” transition. Bureaucrats in Brussels and politicians in Berlin have spent decades lecturing the world on the moral necessity to abandon hydrocarbons. They have constructed a narrative of the European Union as a shining city powered by the breeze and sun, modeling a net-zero utopia.
Wrong Again PBS, UN Is Pushing Another False Climate Crisis Report
Explore why this new climate report from the U.N., and its coverage by PBS, may not be telling the full story — and what that means for public understanding of climate science.
Norway Avoids ‘Green’ Energy Quicksand
While the rest of Europe shivers under the self-imposed austerity of net zero mandates, Norway in the frozen north is keeping the lights on and the bank vaults full as it avoids the “green” ideological quicksand that has defined the continent's energy policy.






