La ONU firma un acuerdo “histórico” sobre “integridad de la información” para silenciar a los molestos negacionistas
Cuidado: el negacionismo climático ya es una “amenaza a la seguridad”.
Mientras la fantasía de Cero Neto se derrumba y la marea política cambia, el Blob (burocracia climática pegajosa y expansiva) ha subido la apuesta y ha pulsado el botón rojo de la “amenaza de seguridad”. Los negacionistas climáticos son ahora un peligro mortal (para los cargos de los burócratas del Blob), así que hay que contenerlos.
Como dice David Archibald: “Cuando han perdido el argumento, cambian las reglas.”
Redactada en colaboración con miembros de la sociedad civil del Global Initiative Advisory Group, la Declaración ha sido respaldada hasta ahora por diez países: Brasil, Canadá, Chile, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, España, Suecia y Uruguay.
“El cambio climático ya no es una amenaza del futuro; es una tragedia del presente”, afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en Belém. “Vivimos en una época en la que obscurantistas rechazan la evidencia científica y atacan instituciones. Es hora de dar otra derrota al negacionismo”.
¡Ay, los horribles obscurantistas! La humanidad solo será salvada si los gobiernos pueden gobernar sin responder a preguntas incómodas.
La ONU debe sentirse frágil, porque el término “negacionismo” es decididamente anticientífico: es lenguaje político y religioso, no física atmosférica.
Tal vez temen que el mundo reconozca que la ONU es un parásito superfluo. Para hacerse útil, ofrece una excusa a gobiernos “simpáticos” (socialistas) para crear comisiones de “integridad de la información”, o financiar “investigaciones” sobre desinformación en línea.
La nueva frase clave: “integridad de la información”
No podían llamarlo nuevamente “Ministerio de la Verdad”, así que el nuevo lema de la censura es “integridad de la información”. La pregunta que la ONU espera que nadie formule es: ¿quién define la integridad? Porque ellos serían los reyes.
Curiosamente, los Verdes australianos ya hablaban este mismo idioma hace cinco meses. La nueva Global Initiative for Information Integrity suena sospechosamente parecida al Select Committee on Information Integrity que los Verdes crearon en Australia en agosto. Casi parece que la ONU los llamó en julio y les dijo qué hacer.
Google Trends muestra un repentino e inexplicable interés global en el término “integridad de la información” desde julio de este año.
Los Verdes son el mejor amigo de los burócratas
La ONU habla con lengua de serpiente
Observe cómo los maestros del palabrerío hipnotizan a sus víctimas. Llaman a los gobiernos a suprimir a los críticos de la ONU, pero lo presentan como la defensa de “científicos y periodistas”, aunque la mayoría de los críticos son científicos y periodistas. Para quien no presta atención, la ONU inserta silenciosamente la suposición de que todos los científicos están de su lado y los críticos no lo son.
Terminan incluso posando como héroes de la libertad de expresión: “Los científicos y los investigadores jamás deben temer decir la verdad”.
La Declaración llama a gobiernos, empresas, sociedad civil, instituciones académicas y financiadores a tomar medidas concretas contra el impacto creciente de la desinformación, la negación y los ataques deliberados contra periodistas ambientales, defensores, científicos e investigadores que socavan la acción climática y amenazan la estabilidad social.
“Debemos combatir la desinformación, el acoso en línea y el greenwashing”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, antes de la COP30. “Mediante la Global Initiative for Information Integrity on Climate Change, gobiernos y organizaciones trabajan juntos para financiar investigación y acciones que promuevan la integridad de la información sobre cuestiones climáticas. Los científicos y los investigadores no deberían temer decir la verdad.”
Lo más conmovedor es lo “bonito” que lo venden: fotos suaves, sentimentalismo de cuento. La ONU es apenas una chica de 25 años, dulce, haciendo cosas amables por ti. Claro.
Los “compromisos clave” son pura ensalada de palabras
Bajo la Declaración, los firmantes se comprometen a:
- “Promover la integridad de la información relacionada con el cambio climático de acuerdo con el derecho internacional de los derechos humanos, incluyendo normas de libertad de expresión”.
- “Promover una acción climática informada e inclusiva mediante el acceso equitativo a información precisa, basada en evidencia y comprensible para todos.”
Así que la ONU pide a los países ricos financiar investigaciones sobre desinformación climática en países en desarrollo. Porque esas personas no necesitan comida ni electricidad… necesitan protección contra astronautas de la NASA y ganadores del Nobel que hablan de ciencia no aprobada.
“Dado que los recursos no alcanzan a nivel global, la Declaración llama a los gobiernos a garantizar fondos para investigar la integridad de la información climática, especialmente en los países en desarrollo.”
Es una muralla de falsedad y palabrería de principio a fin: quienes roban el derecho humano a la libre expresión dicen estar protegiéndolo.
(Traducido al español para Clintel Foundation por Tom van Leeuwen.)

Jo Nova
Presentadora científica, escritora, conferencista y ex presentadora de TV; autora de The Skeptic’s Handbook.
Este artículo fue publicado originalmente en joannenova.com.au.
more news
Michelle Stirling: CBC brings Soviet-style propaganda to Canada
CBC is reporting on a new study by Pruysers et al. (2025) that claims people sceptical of climate change have personality issues associated with the “Dark Triad:” narcissism, Machiavellianism, and psychopathy. In contrast, they say those who agree with catastrophic human-caused climate change narratives exhibit prosocial traits like agreeableness and honesty-humility.
Public Interest in Climate Change Wanes says Friends of Science Society
Recent polls indicate that climate change action is no longer a priority for most North Americans, says Friends of Science Society. This runs counter to the 89% climate action advocacy media project of Covering Climate Now and counter to claims of Canada’s Abacus Data of a spike in climate interest by the public.
Heat waves 2025
Publishing an article on climate change under this title in the middle of a summer heatwave has become something of a tradition. It’s our way of fighting back with some doses of irony the usual climate alarmism campaign, which hibernates like bears in winter before reemerging with a vengeance every summer, taking advantage of the season’s heatwaves (summer: “the hottest time of the year”).








